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El poema Dios mío, Dios mío

Dios, mío, Dios mío
¿cómo es posible que llore?
si siento el gozo de amarte,
si todo mi ser estalla de luz, de amor,
de alegría, de ternura y compasión.

Tú que escuchaste mis ruegos,
Tú que me concediste volver
cubierta con tu regalo mejor,
envuelta en velos y gasas
con hilos de oro y amor.

¿Por qué es tan dura la prueba?
¿Por qué siento este dolor?
Si vivo y amo la vida,
si disfruto cada instante
y cada día es mejor,
si mi corazón estalla
de tanto y tanto amor.

Cógeme hoy en tus brazos
que quiero sentir tu aliento
que me da fuerza y valor,
que quiero latir contigo
en alma, cuerpo y pasión.
 
¿Qué quieres hacer de mí?

Afina bien tu instrumento
que aquí me tienes Señor.