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El poema PARA TI

Tañer de campanas,
galope de caballos desbocados,
bocanadas de pasión y miedo,
miles de abrazos y caricias
no entregadas,
ríos de sangre y fuego
danzaban en mis entrañas.

Tormentas que habían sido silenciadas
rabia, dolor y lágrimas,
junto a fuentes cristalinas
en las que yo me bañaba.

Ojos, manos, pecho y piernas,
todo mi cuerpo vibraba,
todo él se estremecía
cuando el agua me abrazaba,
acariciando mis muslos
el nenúfar y las calas.

En aquel bello jardín
lleno de flores y magia,
escuché por vez primera
tu laúd y tu guitarra.

Al revivir hoy mis sueños,
vuela de nuevo mi alma
a donde fui tan feliz
allí donde yo bailaba,
a la que fuera mi casa,
a la que yo tanto amaba.

Qué lenguaje tan sutil,
qué fuerza tan desgarrada,
qué torbellino de amores,
qué tristeza tan guardada.

Qué ternura esparcida
por los rincones del alma.

¿Era un sultán, era un hombre,
tal vez un ángel hermano,
el que esta noche tocaba?
dialogando con mi voz
y el arpegio de tus manos,
mientras yo... me recordaba.