Me siento un privilegiado siendo un coetáneo de Hugo Mújica. Después de la Trinidad de mis poetas: Juan Ramón Jiménez, Jorge Guillén y José Ángel Valente, aparece para mi Olimpo Poético un poeta argentino con el que me siento muy identificado.
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Conocía algunas cositas de él. Estando como responsable de relaciones con editoriales en un proyecto de revista poética on-line, llega a mis manos la obra reunida hasta el momento de Hugo, en una editorial que me consta cuida muy bien lo que publica. Me refiero que está en línea a mis intereses de lectura.
Sólo el título ya me dejó tocado, con ansias de hincarle el diente. Desde entonces forma parte de mi mesita de noche… y de día y mediodías y fiestas de guardar.
Como poeta y mentor de escritura me gusta indagar en el mundo de la creación, del hacer y del resultado poético.
Conecto con este poeta porque compartimos, a mi modo de ver la importancia del silencio.
Ya han dicho otros que su poesía nos lleva a la esencia, para mí es muy zen, a través de lo cotidiano y sencillo muestra la profunda verdad de las cosas y los seres.
Si quieres interrogarte, si quieres que la palabra te encuentre y las respuestas surjan de tu vacío para co-crear tu vida, este libro no te va a defraudar. Te aseguro que te va a acompañar a tu infinito y más allá.
Yo me confieso con este poema que encontrarás en esta poesía reunida. Si eres poeta en esta onda ¡atento!:
“Confesión
El poema, el que anhelo,
al que aspiro,
es el que pueda leerse en voz alta sin que nada se oiga.
Es ese imposible el que comienzo cada vez, es desde esa quimera que escribo y borro.”
